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Sus propuestas exploran las conexiones entre identidad, historia, migración y territorio. A partir de especulaciones visuales y lingüísticas que invocan la memoria, el reconocimiento y la reflexión, construye un juego de correspondencias que busca alterar los regímenes de visibilidad y representación dominantes. Desde una mirada periférica y un enfoque crítico, su práctica apunta a descolonizar la mirada, cuestionando las formas en las que interpretamos y habitamos nuestro entorno.

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Aborda contextos socio-políticos y culturales específicos, visibilizando sus tensiones y complejidades para interrogar los códigos hegemónicos que los estructuran. Su trabajo se articula en torno a tres ejes de afectos convergentes: la memoria, el tiempo y lo público.